Acta comunidad de propietarios

Todo lo que necesitas saber sobre las actas de comunidad de propietarios

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El acta en una comunidad de propietarios es un documento esencial en la gestión de una comunidad de vecinos. En las Actas se reflejan los acuerdos adoptados en la Junta de vecinos, los asistentes a la reunión y cualquier otra información relevante tratada en la reunión. Redactarlas correctamente es clave para evitar problemas legales y garantizar la transparencia en la comunidad. En este artículo, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre las actas de juntas de propietarios, desde su contenido obligatorio hasta cómo corregir errores o impugnar un acta incorrecta.

Modelo acta de propietarios PDF

¿Qué es un acta en una comunidad de propietarios?

El acta de una junta de propietarios es un documento obligatorio en el que se registran los acuerdos alcanzados en una reunión de la comunidad de vecinos, y la imprecisión en l redacción de los acuerdos suele provocar con posterioridad múltiples controversias, por lo que es fundamental que recoja adecuadamente y con precisión debida los acuerdos adoptados. Su función es servir como constancia escrita de lo debatido y aprobado en la junta, permitiendo que los propietarios puedan consultarla en el futuro y garantizando el cumplimiento de las decisiones tomadas.

 

Desde un punto de vista legal, el acta actúa como prueba en caso de conflictos o reclamaciones entre vecinos. Si un propietario impugna una decisión, el acta es el documento que se utilizará para verificar qué se aprobó y en qué condiciones.

Ejemplo práctico

Imaginemos que en una comunidad se decide realizar obras en la fachada del edificio. En el acta debe constar el presupuesto aprobado, la empresa contratada y el reparto de gastos entre los propietarios. Si en el futuro un vecino se niega a pagar su parte, el acta servirá como prueba ante un tribunal de que la decisión se tomó conforme a la ley y con las mayorías requeridas.

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Plazos para entregar el acta de una junta de propietarios

Una vez celebrada la reunión, es fundamental que el acta se redacte y distribuya en un plazo razonable. El Acta de la Junta debe cerrarse en el plazo máximo de diez días naturales siguientes al de la fecha de celebración de la Junta, bastando para ello la firma del Presidente y Secretario.

 

  • Envío a los propietarios: aunque la ley no impone un plazo, es recomendable enviarla en un máximo de 15 días por cualquier medio que deje constancia de su recepción, para que los vecinos tengan constancia de los acuerdos adoptados.

 

El retraso en la entrega del acta puede generar incertidumbre en la comunidad y, en algunos casos, dar lugar a impugnaciones teniendo en cuenta que los acuerdos son ejecutivos desde que se cierra el Acta.

Ejemplo de problema común

En una junta se aprueba un nuevo reglamento interno, pero el acta tarda dos meses en distribuirse. Durante ese tiempo, los vecinos siguen actuando según las normas anteriores, generando conflictos y malentendidos.

Cómo redactar correctamente el acta para una comunidad de propietarios

Para garantizar la validez del acta, debe cumplir con una estructura clara y contener los siguientes elementos:

1. Lugar y fecha de celebración de la junta

El documento debe indicar con precisión la fecha, hora y lugar donde se ha celebrado la reunión. Esto es importante para futuras consultas y, en caso de impugnación, permite verificar si la junta se convocó conforme a los plazos legales.

2. Responsable y convocante de la reunión

El acta debe especificar quién ha convocado la reunión. Generalmente, esta función corresponde al presidente de la comunidad, aunque de forma excepcional podrían hacerlo un grupo de propietarios si reúnen el porcentaje necesario de firmas.

3. Carácter de la reunión y orden del día

Se debe indicar si la junta es ordinaria o extraordinaria y detallar los puntos que se van a tratar. El orden del día debe estar estructurado de forma clara y cada punto debe reflejarse en el acta con su respectiva resolución.

4. Relación de asistentes y vecinos morosos

El acta debe incluir un listado de propietarios presentes y representados mediante la correspondiente autorización, especificando sus coeficientes de participación. También es fundamental señalar qué vecinos están al corriente de pago de gasstos de comunidad y quienes no (y por tanto si pueden o no votar). En caso de duda sobre si un propietario se encuentra al corriente de pago, es recomendable solicitar un certificado de comunidad de propietarios corriente de pago, que certifique si existen deudas pendientes en el momento de celebración de la junta.

5. Acuerdos alcanzados y su reflejo en el acta

Cada decisión tomada debe reflejarse identificando claramente los acuerdos adoptados, incluyendo el número de votos a favor, en contra y abstenciones, tanto en su resultado numérico: número de votos a favor, en contra o abstenciones, como en cuotas de participación, correspondiente a cada voto (porcentaje).

 

  • Derecho de voto presunto (en caso de propietarios ausentes): Para acuerdos que requieren unanimidad o mayoría cualificada, debe constar que se notificará a los ausentes y que disponen de 30 días naturales para manifestar su voto en contra.

6. Firmas del presidente y del secretario: su importancia

El acta no tiene validez si no está firmada por el presidente y el secretario. La ausencia de firmas tendrá como efecto la pérdida de eficacia del acta como medio de pruebas del acuerdo, sin que ello implique necesariamente la nulidad de los acuerdos adoptados, siempre que se puedan probar oportunamente con otros medios de prueba, como por ejemplo la testifical de los asistentes.

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Elementos imprescindibles en el acta para una comunidad propietarios

Para que un acta de junta de propietarios tenga validez y refleje de manera clara lo ocurrido en la reunión, debe contener ciertos elementos esenciales. La Ley de Propiedad Horizontal establece unas pautas básicas, pero en la práctica, es recomendable seguir una estructura bien definida que evite confusiones o interpretaciones erróneas.

Información que debe incluirse en el acta

- Datos de identificación

  • Nombre de la comunidad de propietarios.

  • Convocatoria (si se ha hecho en tiempo y forma).

  • Fecha, hora y lugar de celebración de la reunión.

  • Carácter de la junta (ordinaria o extraordinaria).

     

  • Segunda convocatoria (si procede)

- Convocatoria y asistentes

  • Nombre del presidente, secretario y administrador (si lo hubiera).

  • Relación de asistentes presentes y representados.

  • Porcentaje de cuotas de participación que representan.

  • Identificación de los propietarios morosos que no pueden votar.

- Orden del día

  • Lista de los temas a tratar, en el mismo orden en que fueron debatidos.

- Acuerdos adoptados

  • Descripción detallada de cada decisión tomada.

  • Votaciones reflejadas con el número exacto de votos a favor, en contra y abstenciones.

  • Mayorías alcanzadas según el coeficiente de participación.

- Incidencias y cuestiones planteadas

  • Preguntas formuladas por los asistentes y respuestas proporcionadas.

  • Ruegos y preguntas, si se incluyeron en la reunión.

- Firma del acta

  • Firmas del presidente y del secretario de la comunidad.

Ejemplo de problema común

Si en la reunión se decide cambiar la empresa de limpieza del edificio, el acta debe reflejar:

 

  • Las empresas que se han valorado y los presupuestos presentados (si los hubiere).

  • El motivo de la decisión (mejora del servicio, reducción de costes, quejas previas, etc.).

  • El resultado de la votación con los porcentajes de propietarios a favor y en contra.

Si se omite alguno de estos puntos, podría haber problemas si un propietario decidiera impugnar el acuerdo por desconocimiento o falta de transparencia en la decisión.

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Responsabilidades del administrador en la gestión del acta

El administrador de fincas, si la comunidad cuenta con uno, tiene un papel clave en la gestión del acta. Aunque legalmente no está obligado a redactarla (esa función corresponde al secretario), en la práctica, cabe destacar que muchas comunidades delegan esta tarea en el administrador.

Funciones principales del administrador respecto al acta

Asesoramiento en la redacción del acta

1. Garantizar que la información reflejada sea clara, imparcial y conforme a la legalidad.


2. Revisar que los acuerdos sean viables y respeten la normativa vigente.

Conservación y custodia del libro de actas

1. Asegurarse de que las actas se transcriben en el libro de actas legalizado de la comunidad.


2. Custodiar el archivo de actas anteriores para consultas futuras.

Envío del acta a los propietarios

1. Distribuir copias del acta a todos los vecinos mediante correo electrónico, tablón de anuncios o burofax en casos importantes.

Ejecución de los acuerdos

Aplicar las decisiones tomadas en la junta (por ejemplo, contratar una nueva empresa de mantenimiento o iniciar una reclamación judicial).

Cómo abordar la manipulación de actas o cambios en la redacción de las actas de la CP

Dado que el acta es el único documento oficial que prueba lo sucedido en la reunión, cualquier alteración intencionada puede afectar a la validez de las decisiones y perjudicar a los propietarios.

Caso posibles de manipulación o alteración de actas

La alteración de actas o incorrección de las mismas, puede producirse de diversas formas, pero las más habituales son las siguientes:

- Incluir acuerdos que no se votaron en la reunión

  • En algunas comunidades, ha ocurrido que el presidente, el administrador o un grupo de propietarios intenten introducir decisiones que no fueron realmente debatidas ni aprobadas durante la junta.

  • Nos referimos, por ejemplo, cuando se acuerda un presupuesto para pintar el edificio y, en el acta, se introduce un gasto adicional que no fue aprobado en la reunión.

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Rectificación de errores en el acta de comunidad de propietarios: pasos a seguir

Las actas de juntas de propietarios deben reflejar con exactitud los acuerdos adoptados, pero en ocasiones pueden contener errores derivados de la transcripción, la omisión involuntaria de información o la identificación incorrecta de los asistentes.

Procedimiento para la corrección de errores

  1. Si el error se detecta antes de la firma:

    • El presidente y el secretario pueden corregirlo directamente sin necesidad de convocar una nueva junta.

  2. Si el acta ya ha sido firmada y notificada:

    • La corrección debe ser debatida y sometida a votación en la siguiente reunión de la comunidad.

      Dicha subsanación deberá efectuarse antes de la siguiente reunión de la Junta de propietarios, que deberá ratificar la subsanación. Incluyéndose en el libro de actas antes de la siguiente acta mediante una Diligencia de Subsanación.

      La subsanación de errores en el acta de una junta de propietarios es un procedimiento previsto en la Ley de Propiedad Horizontal para corregir errores materiales, de hecho o aritméticos, sin necesidad de convocar una nueva junta. Esta posibilidad se recoge expresamente en el artículo 19.3 de la LPH.

  3. Si el error afecta a un acuerdo de especial relevancia:

    • Puede ser necesaria la repetición de la votación para ratificar la decisión de forma fehaciente.

La omisión o tergiversación de un acuerdo puede conllevar la impugnación del acta, por lo que es recomendable que cualquier rectificación quede debidamente documentada en la siguiente sesión.

Derechos de los propietarios en relación con las actas

Todos los propietarios tienen derecho a acceder a las actas de las juntas y a verificar que reflejan fielmente lo acordado. Entre sus derechos fundamentales se encuentran:

  • Recibir una copia del acta tras cada reunión.

  • Solicitar aclaraciones o correcciones si detectan errores.

  • Impugnar los acuerdos contenidos en el acta ante los tribunales en caso de que contenga irregularidades o decisiones contrarias a la normativa.

El acceso al acta es esencial para garantizar la transparencia en la gestión de la comunidad y evitar posibles abusos.

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Aspectos legales y técnicos de las actas de juntas

Las actas de las juntas de propietarios no solo son documentos administrativos, sino que tienen un peso legal significativo en la gestión de una comunidad. Su correcta elaboración y cumplimiento con la normativa vigente garantizan la validez de los acuerdos adoptados y evitan conflictos entre los vecinos.

El Acta se incorporará al Libro de Actas de la Comunidad, libro que debe estar debidamente diligenciado por el Registrador de la Propiedad, y cuya custodia corresponde al Secretario-administrador de la CP.

Contenido mínimo exigido por la ley en un acta

La Ley de Propiedad Horizontal establece que toda acta debe contener, al menos, los siguientes elementos para su validez:

 

  • Fecha y lugar de celebración de la junta.

  • Convocatoria y asistentes, indicando la relación de propietarios presentes y representados, así como el coeficiente de participación de cada uno.

  • Orden del día, detallando los temas tratados en la reunión.

  • Acuerdos adoptados, reflejando el resultado de las votaciones con el número de votos a favor, en contra y abstenciones.

  • Firmas del presidente y del secretario de la comunidad, requisito imprescindible para su validez.

Aunque la ley no exige expresamente que el acta incluya intervenciones individuales de los asistentes, en algunos casos es recomendable reflejar los argumentos expuestos si estos han sido relevantes en la toma de decisiones.

Requisitos para reclamar gastos comunes en una junta

Los gastos comunes son aquellos que afectan a todos los propietarios y deben aprobarse en una junta para su correcta imputación. No obstante, un propietario puede impugnar un gasto si considera que este no cumple con los requisitos legales.

 

Las principales razones por las que se puede reclamar un gasto común son:

 

  1. No ha sido aprobado en una junta previa. Si un gasto no ha sido sometido a votación y reflejado en acta, su cobro podría considerarse indebido.

     

  2. Vulnera los estatutos de la comunidad. Cualquier gasto que contradiga las normas establecidas en los estatutos puede ser impugnado.

     

  3. Es desproporcionado o injustificado. Si un gasto es excesivo en relación con el presupuesto comunitario o se considera innecesario, los propietarios pueden solicitar su revisión.

Para reclamar un gasto común, el propietario afectado debe impugnar el acuerdo. Se condiciona la impugnación del propietario asistente y disidente que haya salvado su voto en la junta que adoptó el acuerdo impugnable, y se impide la impugnación al propietario que no se halla al corriente de pago de deudas vencidas con la comunidad al momento de celebrarse la Junta.

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No. Según la Ley de Propiedad Horizontal, la convocatoria de la junta de propietarios debe ser realizada por el presidente de la comunidad. En su ausencia, solo podrá ser convocada por un grupo de propietarios que representen al menos el 25% de las cuotas de participación o por un juez en determinadas circunstancias.

 

Si la convocatoria no está firmada por el presidente ni por quienes tienen derecho a convocarla, la junta podría ser declarada nula y los acuerdos adoptados en ella carecerían de validez legal.

En las juntas de propietarios no existe un número mínimo de asistentes, pero para que se adopten acuerdos válidos se deben respetar los quórums de votación establecidos en la Ley de Propiedad Horizontal.

 

En cuanto a la representación máxima, un propietario puede delegar su voto en otra persona mediante un poder firmado. Sin embargo, en algunas comunidades los estatutos pueden limitar el número de representaciones que puede asumir un mismo propietario, para evitar concentraciones excesivas de poder en una sola persona.

Sí. Antes de abordar los nuevos puntos del orden del día, la junta debe aprobar el acta de la reunión anterior. Este proceso es fundamental para validar oficialmente los acuerdos adoptados en la sesión previa y garantizar la continuidad administrativa de la comunidad.

 

Si un propietario no está de acuerdo con el contenido del acta anterior, puede manifestarlo antes de su aprobación y solicitar una revisión o corrección si detecta errores de transcripción o imprecisiones en los acuerdos reflejados.

e poder en una sola persona.

El apartado de «ruegos y preguntas» en una junta de propietarios permite que los asistentes planteen cuestiones de interés general que no estaban incluidas en el orden del día. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no pueden tomarse decisiones vinculantes sobre estos temas.

 

Si un propietario plantea un asunto relevante en este punto, lo recomendable es que se proponga su inclusión en el orden del día de la siguiente junta para su debate y votación formal.

El acta de la junta de propietarios debe redactarse en el idioma oficial de la comunidad autónoma donde se ubica el inmueble. En aquellas regiones con cooficialidad lingüística (Cataluña, Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Baleares, etc.), el acta puede redactarse en cualquiera de los idiomas reconocidos oficialmente.

 

Si la comunidad cuenta con propietarios extranjeros, se puede facilitar una traducción del acta en otro idioma, pero la versión oficial y legalmente válida será la redactada en el idioma oficial de la comunidad autónoma correspondiente.

Sí, aunque no es la norma habitual. En la mayoría de las comunidades de propietarios, las votaciones son públicas y se reflejan en el acta con los nombres de los propietarios y el sentido de su voto.

 

Sin embargo, en casos específicos donde la confidencialidad es importante, la comunidad puede acordar el uso del voto secreto mediante una votación previa. Esto suele aplicarse en decisiones sensibles, como la elección del presidente de la comunidad o la destitución de un administrador de fincas.

  1. Si el presidente o el secretario no firman el acta por error o demora involuntaria: se debe solicitar su firma lo antes posible para evitar la impugnación de los acuerdos.

     

  2. Si alguno de ellos se niega a firmar sin justificación: la comunidad puede destituirlo mediante votación y nombrar un sustituto que proceda a la firma.

     

  3. Si la negativa a firmar busca impedir la ejecución de acuerdos: la comunidad puede recurrir a la vía judicial para validar el acta y hacer efectivos los acuerdos adoptados.

Un acta sin firma no necesariamente es nula, pero su validez puede ser cuestionada, lo que podría retrasar la aplicación de las decisiones tomadas en la junta.

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