Por otro lado, la escasez en la oferta de vivienda en España y la falta de construcción de nuevos inmuebles continuaron siendo tendencias preocupantes en 2022. Esta situación, unida a una creciente demanda, provocó un aumento moderado en los precios de las viviendas, aunque el crecimiento fue más contenido de lo esperado. A pesar de esta estabilidad relativa, las previsiones apuntan a que los precios seguirán aumentando en los próximos años, dado que la oferta sigue siendo limitada y la demanda no cesa de crecer.
Un cambio importante en la evolución del mercado inmobiliario fue la mayor participación de los jóvenes en la compraventa de viviendas. En 2022, uno de cada dos menores de 35 años adquirió una propiedad, lo que representa un aumento significativo frente al 18% registrado en 2021. La principal motivación de los jóvenes para comprar vivienda es evitar «tirar el dinero» en el alquiler, aunque muchos se ven frenados por su situación laboral, lo que limita su acceso al mercado inmobiliario. No obstante, la compra de vivienda sigue siendo vista como una inversión segura a largo plazo. En caso de no poder acceder al mercado de compra, los jóvenes recurren al alquiler, que también registró un aumento en los precios respecto a 2021, pero sigue siendo una opción atractiva por la flexibilidad que ofrece.
En cuanto a la oferta de vivienda en España, la mayoría de los jóvenes que venden una propiedad lo hacen con el objetivo de adquirir una mejor o para compartirla con su pareja. Sin embargo, la demanda de vivienda se vio afectada por factores como la inflación y la subida de los tipos de interés, que también influyeron en el estancamiento general de la compraventa en Madrid y Cataluña, y en la caída pronunciada de las transacciones en Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana.
Por último, es importante destacar que en 2022, el 80% de los propietarios solo poseían un inmueble, lo que refleja una alta concentración de la propiedad. La incertidumbre económica y las dificultades laborales llevaron a muchos propietarios a descartar la posibilidad de comprar una nueva vivienda a medio o largo plazo, lo que subraya las complejidades que enfrenta actualmente el mercado inmobiliario en España.