Las ventajas de vivir en el campo
En estos momentos, España ha sufrido un nuevo movimiento migratorio del campo a la ciudad. No obstante, muchos son los que se han planteado un cambio de vida a la inversa. Cerca del 70% de la población del país es rural, con todos esos aspectos culturales y económicos propios de la vida en el campo. Los habitantes de pueblos y fincas señalan que vivir en el campo no solo influye en tu actitud y forma de ver el mundo, sino también en tu salud y bienestar emocional. Si estás pensando en vender tu casa en Madrid para irte a vivir al campo, no dudes en confiar en los servicios de Templo Consulting, venderás tu casa de manera rápida y segura y al mejor precio.
Cada vez son más comunes los espacios en la web y noticias de personas que han decidido mudarse al campo. En estos dos enlaces tienes ejemplos de ello:
- El País. Artículo de personas que han decidido mudarse a pueblos pequeños.
- Blog de la vida en el campo.
Cuando pensamos entre vivir en el campo o en la ciudad, a menudo surgen una lista de pros y contras que suelen depender de las aspiraciones de cada uno. Es común que se relacione el campo con un plan de vida tranquilo, disfrutando de los pequeños momentos. A su vez, la ciudad se relaciona con el movimiento y cambio constante.
¿Te has planteado alguna vez cambiar tu vida y vivir en el campo? Entonces este artículo es para ti, al igual que nuestros listados sobre inmobiliarias en municipios de la sierra (Torrelodones, Collado Villalba o El Escorial).
Tabla de contenidos
¿Por qué irme a vivir en el campo?
Aire puro:
El cambio de la ciudad al campo se hace notar desde el momento en el que llegas. El aire de la ciudad esta bastante más contaminado que en mitad de la naturaleza y probablemente notes una mejoría a la hora de respirar. Te notarás más ligero y alegre y te darán más ganas de salir y estar en contacto con la naturaleza. En la ciudad, probablemente el único aire puro que se genere sea el de parques en zonas muy concretas que a menudo están repletas de gente.
Vivir sin prisas:
Si vives en el campo muy a menudo te darás cuenta de que no tienes nada que hacer, en el buen sentido. Al vivir en el campo, comprobarás que existen gran cantidad de distracciones que, en el caso de vivir en la ciudad, no habrías percatado. Además, podrás dedicarte a todo tipo de hobbies. El tener mucho tiempo libre se transforma en más vitalidad, mejor cara y en felicidad.
Otras oportunidades:
Cuando pensamos en vivir en el campo, lo solemos relacionar con falta de trabajo. No obstante, una persona avispada puede utilizar el creciente turismo rural a su favor para conseguir dinero de manera rápida y sencilla. En estos lugares hay empresarios que se dedican a trabajar de manera eventual, consiguiendo suficiente dinero para mantenerse el resto del año, lo cual no esta nada mal.
Alimentación más sana:
Otra buena ventaja de la vida rural es la facilidad para conseguir productos directamente de la tierra. Con una casa en el campo, también podrías tener tu propia huerta y granja, por lo que sabrías en todo momento qué estas comiendo. Del mismo modo, los pequeños supermercados de ofrecerán precios exageradamente bajos para los alimentos que se produzcan en esa zona.
Bajos precios:
No solo el m2 de casa es mucho más barato que en la ciudad. Muchos municipios están fomentando la regeneración poblacional en pueblos, por lo que incluso te ayudarán a conseguir tu casa por muy poco dinero. En muchas ocasiones la vivienda te saldrá casi regalada y solo tendrás que hacer pequeñas reformas. Entre la casa, los alimentos y otros pequeños gastos podrás tener la máxima calidad de vida con la mínima inversión.
¿Qué dejaría atrás al pasar de la ciudad al campo?
Nuevas amistades:
En las ciudades siempre hay gente que llega y gente que se va. Cuando vives en la ciudad, es muy fácil entablar nuevas amistades. Si la ciudad es lo suficientemente grande y tienes conocimiento de idiomas, puedes llegar a conocer a personas de todo el mundo. Cuando optas por vivir en el campo, has de dejar atrás todo eso y relacionarte siempre con la misma gente. Sin embargo, existen pueblos que por su carácter turístico atraen a multitud de extranjeros, por lo que siempre existe la posibilidad de vivir en un lugar así.
Oferta cultural y de ocio:
Los eventos culturales en España suelen siempre ubicarse en las grandes ciudades. Cuando vivimos en el campo, tendremos que hacer largos recorridos para acudir al concierto de nuestro artista favorito, ir a una exposición o a veces incluso ver una película. No es lo mismo un viaje de 3 horas en coche que uno de 20 minutos en metro, por lo que debemos estar muy seguros de que la oferta cultural y de ocio pasen a un segundo plano cuando se decida vivir en el campo.
Conexiones
Y hablando del transporte, cuando vivimos en un pueblo o finca, sólo podemos desplazarnos a pie para ir a sitios cercanos. En el resto de los casos, debemos tener un coche que nos lleve a otras localidades. En la ciudad puedes desplazarte rápidamente sin tu vehículo gracias a las redes de transporte que han sido especialmente pensadas para que no tengas que preocuparte de horarios y llegues a tu destino de la manera más eficiente posible.
Transporte a pie o en bicicleta:
Estos dos medios de transporte son cada vez más comunes en las ciudades. En estos tiempos, los ayuntamientos están invirtiendo mucho dinero en infraestructura para que puedas desplazarte con medios no contaminantes y dejes el coche en casa. Cuando uno vive en el campo, solo podrás desplazarte en bicicleta o a pie para momentos de ocio.
Servicios públicos:
Al vivir en el campo, no vamos a tener un buen hospital cerca. También, el sistema de recogida de basura no pasará con la misma frecuencia que en la ciudad y seguramente tengas que dejar las bolsas en un lugar alejado de tu casa. Cuando decidimos irnos a vivir a un entorno rural, debemos comprobar muy bien si la casa tiene una buena red eléctrica, internet, agua y otros servicios que deben ser obligatorios en la ciudad.
La vida en un sitio u otro depende de cómo te gusten las relaciones personales. Si no te importa relacionarte con la misma gente y aprecias la cercanía, el campo es tu lugar. Si no quieres que te juzguen y te gusta entablar relaciones con unos pocos en un mar de personas, debes elegir la ciudad. En cualquier caso, muchas personas que han pasado de la ciudad al campo a menudo comentan que cada dos o tres meses suelen visitar la ciudad. En estos casos, las escapadas a la gran urbe cobran un significado completamente nuevo, sacándole el máximo partido a cada excusión.
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